Con este listado fijo que te soprendes, pues hay algunos que jamás imaginé que fuese a serlo.

La mamba negra es la serpiente más
venenosa de África. Su mordedura inyecta 100 mg de dendrotoxina, cuando
la décima parte de esa cantidad puede matar a un ser humano adulto en
45 minutos. Por fortuna ya existe un antídoto, aunque antes de su
existencia la mortalidad de su picadura, conocida entre los nativos como
"beso de la muerte", era del 100%.

El pulpo de anillos azules es un
octópodo pequeño, de menos de 20 centímetros, pero su veneno puede matar
a un ser humano. La toxina que inyecta es una mezcla de sustancias
químicas contra el que no se conoce antídoto. Por este motivo es uno de
los animales marinos más peligrosos.

La viuda negra inyecta
latrotoxinas, que actúan sobre las células neuronales provocando dolores
cada vez más intensos por todo el cuerpo que pueden persistir durante
semanas.

La carabela portuguesa,
contrariamente a lo que pueda parecer, no es una medusa. Se trata de un
sifonóforo, es decir, de una colonia de pequeños organismos que se
asocia para sobrevivir. Su veneno resulta extremadamente doloroso, pero
las muertes humanas son muy infrecuentes.

El ornitorrinco, solo los machos pueden liberar una toxina a
través de los espolones de su tobillo. Es lo bastante potente como para
afectar a un ser humano, aunque no resulta peligroso.

Pez roca, al ser difícil de detectar y vivir en el fondo marino, un
buzo despistado puede pisarlo. Su veneno es letal y extremadamente
doloroso, aunque las muertes humanas son raras.

Esta especie de sepia, 'Metasepia
pfefferi', es la única venenosa que se conoce. Su toxina es tan letal
como la de su primo el pulpo de anillos azules, por lo que no tiene
interés comercial. Eso sí, sus color espectacular ha hecho que
numerosos acuarios la deseen.

El monstruo de Gila, su neurotoxina es tan letal como la de la temida
serpiente coral, pero la sintetiza en cantidades tan pequeñas que no
puede matar a un ser humano adulto sano. Este veneno ha servido en
investigaciones biomédicas para desarrollar medicamentos contra la
diabetes.

Pez fugu, su veneno, 1.200 veces más potente que el cianuro,
paraliza a la víctima, que muere por asfixia.

Este escorpión indio es uno de los
más letales del mundo, debido a un veneno que afecta al corazón y los
pulmones. Su tasa de fatalidad puede alcanzar el 40%, especialmente
entre niños. Los antídotos tienen poco efecto pero la prazosina
disminuye el porcentaje de riesgo hasta el 4%.

Los peces escorpión se encuentran
entre los más bellos y letales de la naturaleza. Sus colores los hacen
candidatos ideales para los acuarios. El pez león de la foto es uno de
los ejemplares más peligrosos, capaces de matar a un niño. El cabracho,
perteneciente a esta misma familia y también venenoso, es consumido en
varias zonas de España.
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